recuerdos dulces y salados, en los que apareces, así como llegaste y te fuiste,
siempre apareces aquí, de repente...
Y muy dispuesta te saludo con un beso sin labios,con un abrazo sin espalda ni brazos...
No tengo mas remedio a este titubeo en el que me encuentro, que ser quien odio ser, si...
Ser una de esas mujeres, que lava, plancha y realiza a diario un sinnúmero de quehaceres, poco experta soy en la cotidianidad pero ignorante en la tarea, te lavo sobre mi pecho y te respiro y te siento desde lejos. Ya cansada de mojarte, cuando he humedecido cada rincón de tu extenso telar de recuerdos, esos ya salados, te sacudo de mi, te miro por ultima vez y te tiendo en la extensión mas amplia de mis olvidos, para que allí seas secado con mi indiferencias y tu conciencia se libere como ya lo estas en tu lejanía...
Entonces nace un nuevo día e inconscientemente salgo y te veo colgando en esa cuerda, sostenido con ganchos moviéndote tentadoramente en esas brisas que están por cesar pues este corazón, este corazón sucio de ti, te vuelve y te toca... y así son mis días, mis tardes, mis noches, mis mañanas... el imparable ritual te buscarte para impregnarte de mis memorias y lavarte y sacudirte y dejarte... Planchado, sin una arruga, tan perfecto como te recuerdo...
Y siento que falta poco, que tu tela ya no soporta y que mi corazón ya no esta tan sucio de ti.... entiendo que esta monotonía acabará hasta que tu tela de recuerdos aguante o hasta que mi corazón no te ensucie mas... Quien acabará?
Nana.Moncada
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